Entre los procedimientos para corregir la córnea, uno de los más utilizados es el PRK que son las siglas en inglés de Queratotomía Foto Refractiva; es decir, el modelado de la córnea con láser. Su diferencia radical con LASIK es que no requiere un corte en la córnea para generar el “flap” o colgajo que permite aplicar el láser debajo de la membrana de la córnea.
Con PRK se modela directamente la superficie misma, quitando cantidades microscópicas de tejido hasta conseguir el espesor y la curvatura deseados. Una vez modelada, la córnea vuelve a ser ese lente natural que permitirá que las imágenes se proyecten directamente en la retina sin necesidad de los lentes de armazón o de contacto. PRK es un procedimiento eficaz y adecuado para aquellos pacientes a los que no se les pueda hacer un corte debido al espesor natural de sus córneas. El procedimiento no suele durar más de 6 minutos y un paciente se recupera en un lapso promedio de una semana.
La ejecución es más simple. En algunas personas son más seguras a largo plazo. Se deben indicar cuando las córneas son finas, con estructura fragil, irregulares y en algunos casos de ojo seco.
Para poder corregir su visión con el método PRK, los candidatos deben cubrir estos requisitos mínimos:
-Por lo menos tener 18 años de edad.
-Estar libres de enfermedades de los ojos, problemas de la retina o de cicatrización de la córnea.
-Tener una densidad adecuada de las corneas.
-No sufrir de ojo seco.
-Tener una graduación mayor a 0.75 en sus lentes.